lunes, 2 de mayo de 2016

La vida comienza al final de tu zona de confort


Retomo el blog que abandoné hace casi un año. No tenía tiempo de escribir sobre la felicidad porque pensé que en mi vida ya había logrado capturarla y guardarla a buen recaudo pero, como siempre, la causa-efecto hace que, de repente, tu mundo de desmorone. 

Muchas de las personas que leerán esta entrada ni tan siquiera me conocen, otras sí. Para todos aquellos que leáis estas palabras, deciros que la vida puede cambiar en cualquier momento.

¿Qué hacer cuándo algo nos descuadra toda nuestra rutina y nos hace salir de nuestra zona de confort? ¿Debemos tomarnos las cosas a la tremenda o sentarnos, respirar hondo y seguir caminando? He de confesar que yo era de esas personas que se tomaban todo a la tremenda, a veces  he llegado a ser una persona altiva, pero el tiempo me ha ido diciendo que mi actitud no era la correcta. ¿Por qué tenía siempre que estar a la defensiva con el mundo? ¿Tan mal me ha tratado para que los que me rodean se merezcan eso? Pues, señoras y señores, no. Nadie se merece sufrir por nadie. Eso si, todos estamos aquí para ayudarnos los unos a los otros.

¿Qué puede hacer que salgamos de nuestra zona de confort? ¡Cualquier situación! ¿Tenemos que temer a ello? Pues no. He de decir que es cierto que al principio se pasa mal, muy mal, pero que el tiempo es sabio, al igual que lo es el cuerpo. 

Y aquí llega el punto en el que os hablo de mi experiencia personal. De la que estoy viviendo ahora mismo. Eso sí, no busquéis datos escabrosos ni me preguntéis por ello porque no os responderé ;)

Justo hace una semana que mi zona de confort se fue al garete y pensaba que el mundo se desmoronaba ante mis pies. Un pilar fundamental en mi vida se derrumbó y no tenía fuerzas de nada, ni tan siquiera continuar con la vida.

Pasé dos días muy mal, pensando en qué había hecho mal para llegar al punto en el que me encontraba y, gracias a todas las personas que me han ayudado, he sabido continuar mi camino y saber que todo continúa.

Me costó muchísimo salir de mi zona de confort, la rutina diaria podía conmigo y veía que llegaba la hora de hacer X asunto y me apenaba por no poder realizarlo. Pensé muchísimo, le di mil y una vueltas a mi cabeza, hasta el punto en el que dije que en algún momento iba a estallar como la peor bomba que os podáis imaginar y no quería herir a todo los que me rodean. Esa decisión hizo que cogiese el problema de frente, le agitase y le echase a un lado. Cierto es que el tiempo el que decidirá qué ocurre con ese asunto que hizo que saliese de mi zona de confort pero yo ya no puedo hacer nada al respecto. 

No hay que temer a lo que vendrá. Nuestro destino nos tiene preparado muchas pruebas, algunas serán mas difíciles que otras, pero todas las superaremos.

2 comentarios:

  1. Hola !! Que bien tenerte de nuevo por aquí aunque no me gusta nada tener que haber leído esto , jo no se que habrá pasado guapo tampoco te voy a preguntar , sabes de sobra que estoy aquí no hace falta ni que te lo diga pero ya que te leído te lo recuerdo , sí te quieres desahogar y contarme ya sabes donde estoy será todo un placer escucharte y poder ayudarte en la medida de lo posible , que coraje enterarme ahora que lo has pasado mal y no haber podido estar ahí pero claro adivina tampoco soy , muchos besos Enrique !! Cuídate !! Espero que estés mejor y ya sabes donde me tienes !!

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    1. Muchas gracias, preciosa! Siento tu calor desde Zaragoza y, aunque no hablemos a diario, se que tengo una gran amiga allí

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